que surge ante las alteraciones genéticas que interfieren
con las funciones celulares encargadas
de regular la proliferación, apoptosis y envejecimiento.
El daño subyacente al desarrollo del
cáncer tiene la vía común de la perturbación en
los mecanismos reparadores del ADN que permiten
el acúmulo de mutaciones, fomentando
el desarrollo al interior del tejido huésped de
un clon genéticamente distinto, con capacidad
de crecimiento indefinido, independencia a los
factores de crecimiento, ausencia en la inhibición
dependiente de celularidad y cambios en
la organización del citoesqueleto.
Sólo el conocimiento de los mecanismos implicados
en los procesos de carcinogénesis, permitirá
el avance y desarrollo de nuevas estrategias para
derrotar este flagelo.
http://www.fecolsog.org/userfiles/file/revista/Revista_Vol59No4_Octubre_Diciembre_2008/v59n4a07.pdf